López Esqueda, Francisco Javier; González González, Gonzalo Ramón; González Rubio, Marco Vinicio; Rosas Carrasco, Oscar; Reyna Carrizales, María de Lourdes
Abstract:
El mundo vive un momento sin precedentes: jamás tantas personas adultas mayores han habita- do el planeta. Aunque el envejecimiento de la población es un éxito de los avances científicos, la mayor expectativa de vida del ser humano ha enfrentado a los sistemas de salud a una serie de nuevos desafíos donde la prevención, tanto de las enfermedades y de la discapacidad, es un ele- mento fundamental para conservar la autonomía de este sector de la población.
Desde hace varias décadas, distintos organismos internacionales se han interesado en la promoción de múltiples medidas de prevención para que estas sean adoptadas por los países independientemente de su nivel de desarrollo. La promoción de un estado nutricio adecuado ha sido una piedra angular en estas actividades.
En pleno siglo XXI, en México, los problemas de la nutrición (desnutrición y obesidad) son altamente frecuentes en personas adultas mayores tanto entre aquellos que vi- ven en la comunidad como en los que viven en instituciones de cuidados prolongados. Este hecho invita a todos los trabajadores de la salud a estar alertas para su pronta identificación debido a las consecuencias altamente nocivas para la salud que estos pueden acarrear.
Múltiples cambios fisiológicos son factores de riesgo para tener un estado nutricio deficiente. Condiciones de índole biológico, físico, psicológico o social que intervengan con la adquisición, preparación, consumo o asimilación de los alimentos son los responsables de un estado nutricio alterado. Por lo tanto, el margen de intervención para su identificación y tratamiento es muy amplio. De la misma amplitud son las consecuencias que los problemas de la nutrición pueden afectar a la salud: desde la clásica susceptibilidad a infecciones y el tener una pobre reserva muscular hasta nuevas implicaciones en la fisiopatología-de patologías clásicas de la vejez que incluyen a la fragilidad o el desarrollo de problemas cognitivos. Por otro lado, una buena nutrición debe de favorecerse en el tratamiento de muchas enfermedades muy comunes en las personas de edad avanzada como son las enfermedades cardiovasculares o el cáncer. Estos ejemplos ilustran la relevancia del tema y de la necesidad de su conocimiento sobre todo entre aquellos que trabajan con poblaciones vulnerables.
De esta manera, los especialistas en geriatría del Hospital Central “Dr. Ignacio Morones Prieto”, programa dependiente de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí, encabezan la obra que actualmente tiene en sus manos y que concentra el esfuerzo de múltiples expertos que participaron en el VII simposio de medicina geriátrica de dicha casa de estudios y que se dedicó enteramente a los problemas de la nutrición de las personas adultas mayores.
La temática es muy diversa: desde conocer la magnitud de los problemas de la nutrición y los cambios en el organismo debido a la vejez y que pueden influir en ellos hasta como identificarlos y tratarlos de manera más eficiente. Este trabajo incluye información de distintas estrategias de intervención nutricional para diferentes contextos clínicos además de resaltar problemas en la toma de decisiones clásicamente vistos en este grupo de pacientes como es la consideración de la polifarmacia o las interacciones farmacológicas entre los alimentos y los fármacos.
Sin lugar a duda, esta obra contribuye enormemente al es- fuerzo de geriatrización del personal de salud que trabaja con adultos al resaltar las implicaciones de un estado nutricio deficiente. Es necesario que los médicos en todo espectro de formación (estudiantes y súper especialistas) queden sensibilizados en este tema, el cual continuará siendo motivo de discusiones clínicas en la práctica diaria al afectar a este segmento de la población de no dejará de incrementarse.