Abstract:
Así nació este libro, con afortunadas sincronías y teniendo como telón de fondo el amor sincero, pleno e incondicional de muchas personas, entre las que quiero destacar a tres: un anciano maya que apareció en mi vida hacia finales de 1993 y cuyas enseñanzas plasmo en esta narración; mi hijo Jorge Eduardo –ahora más cerca de Dios y de la verdad–, quien después de leer el manuscrito me regaló con su arte al realizar una serie de dibujos alusivos al tema y que ahora aparecen como viñetas en este libro; y finalmente, al Sr. José de Jesús Rivera, jefe de los Talleres Gráficos de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí, quien con su entusiasmo y dedicación ha hecho realidad la publicación de estas enseñanzas mayas.
El que el manuscrito haya esperado siete años para ver la luz, tampoco es casualidad. Estamos iniciando un nuevo milenio entre luces y sombras, y tal vez ahora resulten oportunas las palabras del anciano maya:
“...lo que a ustedes he revelado servirá a la humanidad para reencontrarse a sí misma en este tiempo de crisis. Los tiempos difíciles son las épocas que marcan la corrección de los rumbos de navegación, son los nudos que sostienen el crecimiento del otate y son los vientos que estremecen el árbol para deshojarlo, pues de otra manera ¿en qué lugar nacerían los retoños?
El maya desapareció en la bruma hace siete años y Jorge Eduardo vive en la luz desde hace dos. Ellos habitan mi corazón desde siempre y el de ustedes, queridos lectores, si se abren al amor y a la sabiduría, que en términos de esta enseñanza equivale a empaparse con la Energía Trina y alcanzar la Quinta Dimensión.