Abstract:
Durante el siglo XVIII, el incremento de personas de sangre mezclada en la Nueva España llevó a las élites coloniales a implementar mecanismos de control más estrictos para reafirmar la legitimidad, fiscalizar los recursos y preservar un orden jerárquico fundado en la pureza de sangre y la distinción social. Sin embargo, estos controles fueron enfrentados por sectores subalternos mediante estrategias diversas que incluyeron el ascenso simbólico, la evasión tributaria y la negociación matrimonial. En este contexto, la “calidad” dejó de entenderse como un dato exclusivamente biológico y pasó a ser una categoría flexible, definida también por factores sociales, morales, jurídicos y económicos.
Esta tesis tiene como objetivo explicar las representaciones sociales asociadas a las mezclas raciales en la Nueva España entre 1760 y 1790, destacando las contradicciones observadas entre la realidad documentada y la presentada en los objetos pictóricos. El estudio abarcó las ciudades de México y Puebla, centros clave de la pintura de castas, y se compara con San Luis Potosí, ciudad minera y frontera, para entender las percepciones en distintos contextos.
En esta investigación se relacionan y comparan dos tipos de fuentes primarias: por un lado, los documentos históricos elaborados por párrocos, autoridades y observadores de la época; por otro, los objetos pictóricos creados por pintores prominentes y anónimos entre 1760 y 1790 en México y Puebla, quienes clasificaron a los individuos según su color de piel, vestimenta y oficio, en un proceso de asignación de categorías raciales, incluso introduciendo nuevas denominaciones.
La pregunta central que guía esta investigación es: ¿cuáles son las representaciones sociales de las mezclas raciales y cómo se construyen a partir de documentos y objetos pictóricos en la Nueva España entre 1760 y 1790? Para responderla, se emplea un enfoque cualitativo con perspectiva histórica, inscrito en el campo de las ciencias del hábitat, entendiendo tanto los documentos como las imágenes como productos culturales y objetos del hábitat que configuraron sentidos, prácticas y jerarquías sociales.
Desde el marco teórico se abordaron diferentes posturas sobre el mestizaje, las representaciones sociales y la pintura de castas. Además, la investigación enriquece el conocimiento histórico al aportar, desde la psicología social, una nueva perspectiva sobre la percepción y la realidad de estos grupos, abriendo nuevas vías para otras disciplinas interesadas en el tema. El trabajo interdisciplinario trasciende una visión simplista de este proceso, mostrando cómo estas representaciones perpetuaron prejuicios y estereotipos arraigados en las ideologías de la época.