Resumen:
Los antibióticos son herramientas indispensables en la práctica clínica, se estima que
hasta 50% de su prescripción es innecesaria. La Organización Mundial de la Salud
(OMS) recomienda la implementación de programas como el Electronic Stewardship
Antimicrobial (ESAB), para procurar la selección, dosificación y duración del tratamiento
antimicrobianos óptimos en las urgencias infectológicas (UI), para un mejor resultado
clínico y mínima resistencia posterior. En México aún existe evidencia mínima de su
efectividad post implementación.
Objetivo: Evaluar la efectividad de la implementación de ESAB-chat en DDDH (impacto
clínico) de antibióticos en las UI en una unidad hospitalaria de segundo nivel de
atención.
Material y Métodos: Estudio Ecológico, serie de tiempos. Se incluyeron pacientes con
diagnóstico de UI con cultivo positivo, incluidos en ESAB-Chat de periodo 2018-2020,
así como las bases de datos de UI durante el periodo 2016–2018. Se analizó el
consumo de antibióticos (DDDH) de los servicios de Medicina Interna (MI), Cirugía (Cx)
y Terapia intensiva (UTI) de los cuatro periodos (PreESAB 2016-17, ESAB 2017-18,
PostESAB 2018-19 y PostESAB 2019-20). El efecto de consumo se evaluó con el índice
DDD de la OMS por 100 días-camas y comparando los cuatros fases mediante ANOVA
de una vía. Se analizó la DDDH de los siguientes antibióticos: Ceftriaxona, Cefepime,
Ceftazidima, Cefotaxima, Cefalotina, Piperacilina/tazobactam, Meropenem,
Ertapenem, Imipenem, Vancomicina, Amikacina, Ciprofloxacina, Clindamicina,
Levofloxacina, Linezolid.
Resultados: Se estudió el consumo total de 15 antibióticos durante los cuatros
periodos, con media del consumo total en periodo PreESAB (2016-17) de 149.2 ±9.8g,
periodo ESAB (2017-18) de 126.6 ± 19.1g, en periodo PostESAB (2018-19) de 125.7 ±
18.0g y en el periodo PostESAB (2019-2020) de 114.5 ± 9.8g, una reducción de 18.07%
p=0.00431.
Conclusiones: Este estudio demostró que el programa Electronic Stewardship
AntiBiotic se asoció con una disminución estadísticamente significativa en el consumo
total de los antibióticos en los servicios del hospital de segundo nivel de atención.